En definitiva, la codependencia puede ser definida como una enfermedad, cuya característica principal es la falta de identidad propia. El codependiente pierde la conexión con lo que siente, necesita y desea. Si se comporta como alguien dulce y agradable aunque no lo sienta, es porque busca aceptación. Cree que su valor como persona depende de la opinión de los demás. Da más importancia a los demás que a sí mismo. Se crea un yo falso, pues en realidad no está consciente de quién es y está tan desconectado de sus propios sen timientos, que asume la responsabilidad por las acciones de los demás. Se avergüenza por lo que hacen otras personas y toma las cosas de una manera personal. Invierte una enorme cantidad de energías en mantener una imagen o un estatus para impresionar porque su autoestima es muy baja, ya que depende del valor que los demás le otorgan. Eventualmente el depender tanto de otra persona se con vierte en una condición patológica que afecta al codependien te en sus relaciones con todas las demás personas.
El codependiente tiene su propio estilo de vida y su modo de relacionarse con los demás, debido a su baja autoestima. Se enfoca siempre en los demás y no en sí mismo. Ahora bien, podemos entonces detallar las características principales que reúnen las personalidades codependientes:
⚫ Gustan de relaciones exclusivas y «parasitarias», generalmente con los adictos a sustancias;
- Necesitan excesivamente la aprobación de los demás;
- Habitualmente adoptan posiciones subordinadas en las relaciones, que se pueden calificar de «asimétricas»:
Dicha subordinación es un medio, y no un fin:
Sus relaciones no llenan el vacío emocional que padecen si no lo atenúan;
- La ruptura de este vínculo les supone un auténtico trauma
- Presentan cierto déficit en las habilidades sociales.
La codependencia nace de un hambre malsana de amor, quizá provocada por un ambiente familiar en que uno no se sentía amado.
Y llamativamente, lo opuesto, es decir, la sobreprotección también es signo de codependencia.
Hay madres que usan a sus hijos para llenar un vacío emocional
Con respecto a los niños, considero que lo que estos necesitan es sentir seguridad y tener modelos saludables para imitar. Para poder entender sus propias sensaciones internas.
También necesitan aprender a separar los sentimientos de pensamientos y a generar autoestima ellos mismos desde su interior. Si el niño pierde el contacto con sus sentimientos, tratará de llenar sus necesidades con estímulos externos y muy probablemente se convertirá en un adulto codependiente
También se da el caso de la codependencia en la obesidad, en los grupos familiares, pero quizá de un modo no tan nocivo sino más cercano al estilo de «acompañar al otro en el camino adictivo.
Porque el adicto, aunque es un ser individual, y además un ser que comúnmente se aísla, no deja, por eso, de pertenecer a un medio. Ese medio es la familia, ese medio son las amistades, es el grupo de la sociedad. Siempre existe una relación, por más aislado que uno crea que esté.
En general, lo que está pasando en este momento en el mundo es que los medios utilizan muchas veces al obeso a su favor, ya sea victimizando u otorgándole una posición de dominio.
La codependencia aparenta ser amor, pero es egoísmo, mutua destrucción, miedo, control, relación condicionada. «Te amo si cambiás.» «Si no haces lo que digo, te recrimino, te persigo, me siento tu víctima.» En la codependencia hay una gran cantidad de manipulación. Es una relación descontrolada: «Hagamos todo lo que sea para que esa persona se acomode a mí».
Toda relación afectiva que no produce tranquilidad, sino angustia o culpa, está contaminada de codependencia. Quizás usted en este momento se plantee que tiene alguna relación de este tipo. Y debe saber que esta conexión vincular con otra persona que le genera estos sentimientos es malsana, de obsesión, es sumamente destructiva, inconsciente, y al no producir tranquilidad ni crecimiento, no conduce a ninguna clase de bienestar.
La codependencia crea amargura, angustia, enojo y culpabilidad irracional.
El fruto de una buena relación debe ser la distensión y la alegría. Si no es así, algo anda mal. Además, las personas codependientes experimentan un nivel de adicción tan sutil, camuflado con tan buenas intenciones, que es muy difícil de detectar tanto para la persona que lo padece como para el objeto de su adicción, el adicto. Es una red casi imperceptible, y por ende deviene en una relación crónica y nociva.
Existen hombres y mujeres que, para calmar sus propios sentimientos desmesurados, actúan como si el único recurso fuera el de complacer a quienes los rodean.
Dentro de este entorno, muchas veces, se encuentra un adicto, quien es proclive también a demandar animosamente los servicios del que complace.
En síntesis todo eso termina afectandonos directamente… y muchas veces nuestra codependencia es con la comida o todos esos trastornos nos lleva a tener codependencia a ello, cuesta gente al igual que cualquier otra dependencia cuesta curar y llegar a la sanación y encontrar el amor propio.
amarnos respetarnos valorarnos!
si necesitas ayuda conta conmigo puedo ayudarte en tu proceso y hacer que esa búsqueda sea de a dos, mas llevadera con herramientas que te van ayudar!
